EUROPA, 1540
(un homenaje humanista por partida doble:
a Alfonso de Valdés y a Juan Luis Vives)
EN LA EUROPA DE 1540, con tantos conflictos y guerras de todo tipo, de religión, de nacionalismos incipientes, de estatalismos nacientes, se produjeron, tras las muertes de dos de los padres del Humanismo Moderno, DESIDERIO ERASMO DE ROTTERDAM y S. TOMÁS MORO, dos tristes e inesperados fallecimientos más:
los de sus amigos y seguidores ALFONSO DE VALDÉS y JUAN LUIS VIVES.
De peste, en Ratisbona, murió Valdés, autor, dicen, del hasta ahora anónimo libro y genial Obra Maestra de la Literatura Española, Lazarillo de Tormes. Pero murió ese mismo año Juan Luis Vives, humanista valenciano, que se carteó con el mejor humanista portugués de esa época, DAMIAO DE GÓIS.
Ellos, a pesar de lo que digamos o escribamos hoy, lograron mejorar la Europa de 1500 a 1600.
Sus frutos se ven hoy. Sus palabras clave: la tolerancia, el humanismo, la armonía, la cordialidad, el renacer de los clásicos olvidados pero no perdidos y, sobre todo, por encima de todos, la cristiana concordia, el ecumenismo, la fe, la razón, el amor.
No os olvidaremos, ni os hemos olvidado, genios europeos del Humanismo.
Seguimos vuestra huella...
(un homenaje humanista por partida doble:
a Alfonso de Valdés y a Juan Luis Vives)
EN LA EUROPA DE 1540, con tantos conflictos y guerras de todo tipo, de religión, de nacionalismos incipientes, de estatalismos nacientes, se produjeron, tras las muertes de dos de los padres del Humanismo Moderno, DESIDERIO ERASMO DE ROTTERDAM y S. TOMÁS MORO, dos tristes e inesperados fallecimientos más:
los de sus amigos y seguidores ALFONSO DE VALDÉS y JUAN LUIS VIVES.
De peste, en Ratisbona, murió Valdés, autor, dicen, del hasta ahora anónimo libro y genial Obra Maestra de la Literatura Española, Lazarillo de Tormes. Pero murió ese mismo año Juan Luis Vives, humanista valenciano, que se carteó con el mejor humanista portugués de esa época, DAMIAO DE GÓIS.
Ellos, a pesar de lo que digamos o escribamos hoy, lograron mejorar la Europa de 1500 a 1600.
Sus frutos se ven hoy. Sus palabras clave: la tolerancia, el humanismo, la armonía, la cordialidad, el renacer de los clásicos olvidados pero no perdidos y, sobre todo, por encima de todos, la cristiana concordia, el ecumenismo, la fe, la razón, el amor.
No os olvidaremos, ni os hemos olvidado, genios europeos del Humanismo.
Seguimos vuestra huella...
No hay comentarios:
Publicar un comentario