miércoles, 2 de noviembre de 2011

ORACIONES TRADICIONALES (15): EL NUNC DIMITTIS

Hacía mucho que no escribía una entrada de las oraciones tradicionales y ya era hora de hacerlo. Para bien o para mal (espero que sea para bien) este es un blog católico y no puede dejar de serlo. Lo contrario sería un absurdo, vistos los temas que trata. Por eso, de vez en cuando me gusta dejaros alguna reseña sobre oraciones tradicionales de la Iglesia. La mayoría las conocéis, pero otras tal vez os resulten nuevas, a pesar de existir desde hace siglos.

Hoy, Día de todos los fieles difuntos, y tras el Día de Todos los Santos, me parece conveniente escribiros sobre una de las oraciones más breves y hermosas de la liturgia cristiana. Se trata del Nunc dimittis (literalmente, Ahora, Señor, despides...), también conocido como "Canto de Simeón". 

Es una de las oraciones más antiguas de nuestra Iglesia: aparece en el Evangelio de San Lucas (Lc 2: 29-32), en griego. Es una oración que, a mi juicio, resulta adecuada para estos días. El título de "Nunc dimittis" procede de las palabras iniciales de este himno en la versión latina de la Vulgata.

Según nos cuentan, el Espíritu Santo le había prometido al devoto Simeón que no moriría sin haber visto al Salvador con sus propios ojos. 

Esta promesa se vio cumplida el día en que Nuestra Señora la Virgen y San José llevaron al Niño Jesús al Templo de Jerusalén para la ceremonia de consagración. El viejo Simeón vio al Niño, lo tomó entre sus brazos y, según la tradicion, cantó el himno que figura más abajo. 

Es una hermosa oración de gratitud, que se reza en la Liturgia de las Horas, y más concretamente en el oficio de Completas. 

Estoy seguro de que este "Canto de Simeón" os gustará mucho. Más de una vez, a mí me ha confortado rezarlo. Os dejo aquí la versión latina (el original está en griego) acompañado de una traducción castellana:

 
NUNC DIMITTIS (VERSIÓN LATINA)

Nunc dimittis servum tuum, Domine, 
secundum verbum tuum in pace:
Quia viderunt oculi mei salutare tuum
Quod parasti ante faciem omnium populorum: 
Lumen ad revelationem gentium, 
et gloriam plebis tuae Israel.



NUNC DIMITTIS -"AHORA, SEÑOR, SEGÚN TU PROMESA..."-
(VERSIÓN CASTELLANA)

Ahora, Señor, según tu promesa, 
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador, 
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel. 









Que Dios os bendiga a todos y la Santísima Virgen os proteja siempre. Hasta pronto, amigos.

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