martes, 28 de septiembre de 2010

EL CORAZÓN HABLA AL CORAZÓN

Ahora que han pasado unos días desde que su santidad el Papa Benedicto XVI ha realizado su viaje al Reino Unido, puede ser un buen momento para hacer un breve balance de esta visita. De entrada, ha constituido un viaje histórico, ya que ha sido el primer Papa de la Iglesia católica que visita las islas británicas invitado oficialmente por la reina Isabel II de Inglaterra, ya que Juan Pablo II estuvo en Reino Unido, pero en visita pastoral y no oficial. 

El Papa ha viajado a Reino Unido bajo el lema "El corazón habla al corazón", que precisamente era el emblema del Cardenal John Henry Newman (1801-1890), famoso por su conversión a la Iglesia católica en 1845, y que en este viaje ha sido beatificado por el Papa Benedicto XVI en la ciudad de Birmingham. 

A los dos personajes, Newman y Ratzinger, les unen muchas cosas: su decidida fe en Jesucristo, su fervor y preparación intelectual y su confianza en la Iglesia católica. No es difícil imaginar que la conversión de Newman en la Inglaterra del siglo XIX debió provocar gran escándalo y revuelo, pero el que fuera presbítero anglicano conocía a la perfección la historia de la Iglesia y uno de sus anhelos era la vuelta de la Iglesia de Inglaterra al seno católico.


Tras la conversión de Newman al catolicismo, hubo otras muchas en Inglaterra, entre ellas la de nuestro querido amigo Chesterton, al cual le apasionaba la figura y la obra del Cardenal Newman, hasta el punto de considerarlo como todo un modelo de conducta y de vida. Estas conversiones llegan hasta hoy: baste recordar la del ex-primer ministro Tony Blair, entre otros. Y es que muchos fieles anglicanos, ante la desmedida y revolucionaria liberalidad de la Iglesia de Inglaterra, están dando de espaldas a su antigua fe y han decidido volver a la Iglesia de Roma.


Además de la beatificación de Newman, el Papa ha estado con la reina Isabel II, con el heredero al trono, el Príncipe Carlos, y con los responsables de la Iglesia anglicana para tratar de limar asperezas y de profundizar en un sano ecumenismo y diálogo entre ambas confesiones, al fin cristianas las dos, con las diferencias conocidas, pero con idénticos destinos: el amor a Dios y al prójimo.


Hubo cierto temor a que se cometiera algún atentado contra la vida del pontífice, pero gracias a Dios esta amenaza no ha llegado a materializarse. Lo triste es que el Papa ha sido denigrado, burlado e insultado por muchas personas, a cuento de su pasado y de los penosos casos de pederastia, por los que ya ha pedido perdón en nombre de toda la Iglesia en numerosas ocasiones, cosa que no hacen otros colectivos cuando se ven en semejantes circunstancias. Ha sido triste leer a ciertos 'periodistas', no sólo ingleses, sino españoles también, lanzando insultos e improperios gratuitos contra el Papa y su labor en la Iglesia. Allá ellos con su inquina y su mala educación.


Creo no equivocarme al calificar como un éxito esta visita de su Santidad a Reino Unido y estoy seguro de que si el gran Chesterton hubiera vivido para verla se habría sentido muy identificado con la figura bondadosa, sencilla y humana de Benedicto XVI porque, al igual que pedía el Cardenal Newman, hoy ya beato, el Papa sabe que 'el corazón habla al corazón'.

Que Dios os bendiga a todos, amigos, y hasta pronto.

domingo, 5 de septiembre de 2010

ORACIONES TRADICIONALES (12): ADORO TE DEVOTE

Para comenzar bien el curso, nada mejor que un poco de oración. Por eso, queridos amigos, os traigo una nueva entrega de las Oraciones tradicionales. En este caso se trata del "Adoro te devote", que puede traducirse como "Te adoro con devoción".

Es un himno dedicado al Santísimo Sacramento y parece que fue escrito por Santo Tomás de Aquino (1225-1274), autor de otras dos oraciones famosas de las que ya hemos tratado en estas páginas: el Pange Lingua y el Tantum ergo. Santo Tomás, el autor de la Summa Theologica, es sin duda uno de los mejores escritores de oraciones de la Edad Media, y muchas de ellas han pasado al acervo cultural de la Iglesia católica. 

Además, a esta oración le puso música el compositor francés Charles F. Gounod. Os pongo un vídeo al final con la letra y la música del "Adoro te devote". E igual que siempre, os doy la versión latina y la traducción castellana del himno.

ADORO TE DEVOTE (VERSIÓN LATINA)

Adóro te, devóte, latens déitas,
quæ sub his figúris vere latitas.
Tibi se cor meum totum súbiicit,
quia te contémplans totum déficit.

Visus, tactus, gustus in te fállitur,
sed audítu solo tuto créditur;
credo quidquid dixit Dei Fílius:
nil hoc verbo veritátis vérius.

In Cruce latébat sola déitas,
at hic latet simul et humánitas;
ambo tamen credens atque cónfitens,
peto quod petívit latro pœnitens.

Plagas, sicut Thómas, non intúeor,
Deum tamen meum te confíteor;
fac me tibi semper magis crédere,
in te spem habére, te dilígere.
O memoriále mortis Dómini!
Panis vivus, vitam præstans hómini;
præsta meæ menti de te vívere,
et te illi semper dulce sápere.

Pie pellicáne, Iesu Dómine,
me immúndum munda tuo sánguine: 

cuius una stilla salvum fácere
totum mundum quit ab omni sælere.

Iesu, quem velátum nunc aspício,
oro, fiat illud quod tam sítio;
ut te reveláta cernens fácie,
visu sim beátus tuæ gloriæ.
Amen.

TE ADORO CON DEVOCIÓN (VERSIÓN CASTELLANA)

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta con el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta palabra de verdad.

En la cruz se escondía sólo la divinidad, pero aquí también se esconde la humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios; haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere, que te ame.

¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que da la vida al hombre; concédele a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, bondadoso pelícano, límpiame, a mí, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
 







Espero que os haya gustado y os sirva para hacer un poco de oración. Hasta nuestro próximo encuentro, deseo que Dios os bendiga y que la Virgen os proteja siempre.

CHISPAZOS OTOÑALES

Tras el cambio de hora al llamado "horario de invierno" y con la vista puesta en la nueva edición de las Elecciones Generales en ...