miércoles, 30 de diciembre de 2009

SS VAN DINE, PHILO VANCE y "Las 20 reglas para escribir una Novela Negra"

Las 20 Reglas para escribir una Novela Negra, o Policiaca (Casi Perfecta), según el gran S.S. VAN DINE (o Willard Huntington Wright):

En septiembre de 1928... S. S. Van Dine, el creador del detective Philo Vance, publicó en la "American Magazine" estas 20 reglas que creía ineludibles y estimulantes a la hora de escribir un relato policial. 

Ahí van, por si queréis que las comentemos: "El relato policiaco es una especie de juego intelectual Es más, llega a ser un acontecimiento deportivo. Y para escribir historias policíacas hay unas leyes muy definidas, quizá no escritas, pero obligatorias; y cualquier maquinador de misterios literarios que se precie trabaja sobre esta base.

Lo que aquí sigue es una especie de credo, basado en parte en la práctica de todos los grandes escritores de historias policíacas, y en parte en los impulsos de la honrada conciencia del autor. 

A saber: -1. El lector ha de tener iguales oportunidades que el detective para resolver el misterio. Todas las pistas deben ser completamente mostradas y descritas. 

-2. No se debe hacer caer al lector en ninguna trampa o despiste que no sean los legítimamente puestos por el criminal al propio detective. 

-3. No debe haber intriga amorosa. El asunto es llevar al criminal a manos de la justicia, no llevar a una enamorada pareja al altar del himeneo, o cuestión amatoria. 

-4. Ni el detective, ni ninguno de los investigadores oficiales, podrá nunca revelarse como culpable. Es una truculencia de mal gusto, como ofrecerle a alguien un penique brillante a cambio de una moneda de oro de cinco dólares. Es una pretenciosidad falsa.

-5. El culpable debe ser determinado por deducción lógica, no por accidente, coincidencia, o confesión sin motivos. Resolver un problema criminal de esta manera es como llevar al lector de caza y, después de una fatigosa marcha, decirle que tenías la pieza que buscaba todo el rato en tu manga. Un autor así no es mejor que un prestidigitador aficionado.
 
-6. La novela policíaca debe tener un detective, y un detective no es un detective hasta que detecta algo. Su función es reunir pistas que deben conducir hasta la persona que hizo el trabajo sucio en el primer capítulo; y si el detective no llega a su conclusión a través de un análisis de estas pistas, no habrá resuelto su problema mejor que el escolar que saca su respuesta sin demostrar el desarrollo aritmético...

-7. En una novela policíaca tiene que haber un cadáver, y cuanto más muerto esté el cadáver, mejor. Ningún delito menor que el asesinato será suficiente. Trescientas páginas son demasiadas para cualquier otro delito que no sea un asesinato. Después de todo, el tiempo del lector y el gasto de energía deben ser recompensados.

 -8. El problema del crimen debe ser resuelto con medios estrictamente racionales. Métodos para conocer la verdad como cábalas, lectura del pensamiento, sesiones espiritistas, bolas de cristal y cosas por el estilo, están prohibidos. El lector tiene una oportunidad cuando confronta su ingenio con el de un detective racionalista, pero si debe competir con el mundo de los espíritus y hacer persecuciones por la cuarta dimensión o las metafísicas, está derrotado ab initio. 

-9. No debe haber más que un detective, esto es, un protagonista de la deducción, un deus ex machina. Juntar las mentes de tres o cuatro, o a veces una banda de detectives, para resolver un problema» no es sólo dispersar el interés y romper el rastro directo de la lógica, sino adquirir una ventaja nada limpia sobre el lector. Si hay más de un detective, el lector no sabe quién es su conductor. Es como hacer al lector correr una carrera contra un equipo de relevos. 

-10. El culpable debe ser una persona que ha formado parte más o menos importante de la historia, esto es, una persona con la que el lector está familiarizado y en la que encuentra un interés. 

-11. Un sirviente no debe ser escogido por el autor como culpable. Es una solución demasiado fácil. El culpable debe ser decididamente una persona de importancia, alguien que normalmente no caería bajo sospecha. 

-12. Debe haber un solo culpable, sin importar el número de crímenes que se cometan. El culpable puede, por supuesto, tener un cómplice o ayudante secundario, pero el peso importante debe reposar sobre un solo par de hombros: la indignación del lector debe ser concentrada sobre una única naturaleza negra. 

-13. Las sociedades secretas, mafias, et al, no tienen sitio en una historia policíaca. Un asesinato fascinante y realmente hermoso es arruinado irremediablemente por cualquier culpabilidad compartida. En una novela policíaca, al asesino se le debe tratar con deportividad; pero es ir demasiado lejos proporcionarle una sociedad secreta en la que se pueda refugiar. Ningún criminal con clase que se respete aceptaría tales ventajas. 

-14. El método del asesinato, y los medios para detectarlo, deben ser racionales y científicos. Esto es, la seudociencia y los instrumentos puramente imaginativos y especulativos no han de ser tolerados en el román policier. En el momento en que un autor incurre en los terrenos de la fantasía a la manera de Julio Verne, se aparta de los caminos de la acción policíaca, adentrándose en los vastos dominios de la aventura. 

-15. La verdad debe estar continuamente a la vista, para que la astucia del lector pueda llegar a detectarla. Con esto quiero decir que si el lector, después de conocer la explicación del crimen, vuelve a leer el libro, verá que la solución estaba, en cierto sentido, delante de sus ojos, que todas las pistas señalaban realmente al culpable, y que, si hubiera sido tan listo como el detective, podría haber resuelto el misterio por sí solo sin tener que llegar al último capítulo. No hace falta decir que el lector inteligente resuelve a menudo el problema. 

-16. Una novela policíaca no debe contener largos pasajes descriptivos, ni profusión de adornos literarios, ni trabajados análisis de caracteres, ni preocupaciones «atmosféricas». Estas cosas no tienen lugar en un relato de crimen y deducción. Entorpecen la acción e introducen aspectos irrelevantes para el propósito principal, que es presentar un problema, analizarlo y ¡levarlo con éxito a una conclusión. Para estar seguros, debe haber las descripciones y dibujo de personajes justos para darle a la novela una verosimilitud. 

-17. Un delincuente profesional nunca debe cargar con la culpa en una novela policíaca. Los crímenes cometidos por ladrones y bandidos son asunto de los departamentos de policía, no de los autores y brillantes detectives aficionados. Un crimen realmente fascinante es el cometido por un sacerdote o un caballero famoso por sus actos de caridad. 

-18. En una novela policíaca, el crimen no debe resultar nunca un accidente o un suicidio. Finalizar la odisea de una investigación con tal anticlímax es burlarse de la confianza del lector.

-19. Los móviles de todos los crímenes en las novelas policíacas deben ser personales. Los complots internacionales y las políticas de guerra pertenecen a una categoría diferente de ficción -a las historias de espionaje, por ejemplo-. Pero una historia criminal debe mantenerse en la esfera de lo cotidiano, debe reflejar las experiencias habituales del lector, y darle una cierta salida a sus propios deseos y emociones reprimidos.

-...y 20. Y (para darle a mi credo unas puntualizaciones finales) incluyo una lista de algunos trucos en los que ningún escritor de historias policíacas que se precie se permitirá caer. Han sido empleados y resultan familiares a todos los verdaderos amantes de la literatura criminal. Usarlos es una confesión de ineptitud y falta de originalidad por parte del autor: a) Determinar la identidad del culpable comparando la colilla dejada en el lugar del crimen con la marca fumada por un sospechoso. b) La falsa sesión espiritista para asustar al culpable y forzar su confesión, c) Falsas huellas dactilares,d) La coartada de la figura simulada, e) El perro que no ladra y con ello revela el hecho de que el asesino es familiar, f) La acusación final contra un gemelo o un pariente que se parece exactamente a la persona sospechosa, pero inocente, g) La jeringa hipodérmica con droga somnífera, h) El crimen en una habitación cerrada por dentro, i) El test de asociación de palabras para descubrir al culpable,j) La carta en clave que es desentrañada por el detective.

Espero vuestros sabios comentarios. Volveremos a hablar de Philo Vance, de S. S. Van Dine y de lo que gustéis. 

FELIZ NOCHEVIEJA! FELIZ 2010...!

BUENAS NOCHES PARA EL AÑO NUEVO!

Que paséis una noche familiar, acogedora y llena de amor.

martes, 15 de diciembre de 2009

De poeta a poeta (Para Arantxa Jones)

Con todo mi cariño,
a mi amiga ARANTXA JONES

A Hilaire Belloc


Dios hizo las estrellas especialmente
Para cada diminuto pueblo o lugar;
Extasiados, los bebés las miran
Y las ven enredadas en un árbol;
Desde los Downs de Sussex, una Luna viste,
Una Luna de Sussex que no viaja todavía.
Yo vi una Luna ciudadana,
La farola más grande en Campden Hill.


Sí, en su casa el cielo está por doquier,
La gran bóveda azul que siempre se ajusta,
Y así sucede (no te inquietes; ya llegan a su meta,
Por fin, mis divagaciones),
Y lo mismo ocurre con todo lo heroico,
Que no se acabará con el fin del mundo
Y aunque se agiten las tétricas máquinas,
No te asustes demasiado, amigo mío.


Esto no acabó ante la urna de Nelson,
Donde se asienta una Inglaterra inmortal,
Ni cuando los altos jóvenes, uno a uno,
Bebieron la muerte, cual vino, en Austerlitz.
Tampoco cuando los pedantes nos pidieron una señal
De los fríos y mecánicos acontecimientos
Por venir; en la oscuridad, nuestras almas dijeron,
"Quizá, pero hay cosas más probables".


Es más probable que en estos prados lejanos,
En esos llanos libres y ondulados
Los tambores toquen un vals de guerra
Y la Muerte baile con la Libertad;
Es más probable que se levanten barricadas
Con la muerte por debajo y el humo por encima,
Y la Muerte, el Odio y el Infierno declaren
Que los hombres han encontrado algo para amar.


Lejos de tus montañas soleadas
Vi el sueño, las calles que pisé
Las calles rectas y claras que se unen
Las calles estrelladas que apuntan a Dios.
La leyenda de una hora épica
Un niño que soñé y que sueño aún,
Bajo una gris e inmensa torre de agua
Que enciende las estrellas en Campden Hill.


To Hilaire Belloc



For every tiny town or place
God made the stars especially;
Babies look up with owlish face
And see them tangled in a tree;
You saw a moon from Sussex Downs,
A Sussex moon, untravelled still,
I saw a moon that was the town's,
The largest lamp on Campden Hill.


Yea; Heaven is everywhere at home
The big blue cap that always fits,
And so it is (be calm; they come
To goal at last, my wandering wits),
So is it with the heroic thing;
This shall not end for the world's end
And though the sullen engines swing,
Be you not much afraid, my friend.


This did not end by Nelson's urn
Where an immortal England sits—
Nor where your tall young men in turn
Drank death like wine at Austerlitz.
And when the pedants bade us mark
What cold mechanic happenings
Must come; our souls said in the dark,
"Belike; but there are likelier things".


Likelier across these flats afar
These sulky levels smooth and free
The drums shall crash a waltz of war
And Death shall dance with Liberty;
Likelier the barricades shall blare
Slaughter below and smoke above,
And death and hate and hell declare
That men have found a thing to love.


Far from your sunny uplands se
I saw the dream; the streets I trod
The lit straight streets shot out and met
The starry streets that point to God.
This legend of an epic hour
A child I dreamed, and dream it still,
Under the great grey water-tower
That strikes the stars on Campden Hill.

Gilbert Keith CHESTERTON (1874-1936).





Extraído de la página POEMAS EN INGLÉS
http://poemaseningles.blogspot.com/2006/02/gilbert-k-chesterton-to-hilaire-belloc.html

ALGUNAS NOVELAS POLICIALES (3...)


CRONOLOGÍA DE ALGUNAS NOVELAS POLICIALES
Seriamente recomendables

Autores de la I a la Q


ILES, Francis (o sea, Anthony BERKELEY COX)

Sospecha, 1932.

INNES, Michael,

¡Hamlet, venganza!, 1937.
La torre y la muerte, 1938.
Muerte en la rectoría, 1936.

LEROUX, Gaston,

El misterio del cuarto amarillo, 1907.

LOWNDES, Marie Belloc,

Un huésped excéntrico, 1913.

MANKELL, Hennig,

La serie del Inspector Kurt Wallander, años 90, hasta 2009, en particular Los perros de Riga y Asesinos sin rostro, aunque son buenas casi todas.

MASSON, A. E. W.,

El misterio de Villa Rosa, 1910.

ORCZY, Baronesa,

El viejo en el rincón, 1909.

POE, Edgar Allan,

Los crímenes de la Rue Morgue (los tres casos de Dupín y algún cuento más, de corte policial, como The Man in the Crowd).

QUEEN, Ellery,

El misterio del sombrero de copa, 1929.
La Tragedia de X, 1932.
La Tragedia de Y, 1932.
La Tragedia de Z, 1933.
El último caso de Drury Lane, 1933.
Las nuevas aventuras de Ellery Queen, 1942.



sábado, 12 de diciembre de 2009

A Rictus, desde mi San Quintín...







CRONOLOGÍA DE ALGUNAS NOVELAS POLICIALES (2). Dedicada al amigo RICTUS MORTE, con todo aprecio.

Autores de la D a la H

DOYLE, Sir Arthur Conan,

Aventuras de Sherlock Holmes, 1891-92.
Memorias de Sherlock Holmes, 1893.
El Sabueso de los Baskerville, 1902.
El regreso de Sherlock Holmes, 1903.

DÜRRENMACHT, Friedrich,

El juez y su víctima, 1954.

FAULKNER, William.

Gambito de caballo, 1949.

FREEMAN, R. Austin.

Los casos del Dr. Thondyke, 1909.

FUTRELLE, Jacques.

La Máquina Pensante, 1907.

GABORIAU, Émile.

El caso Lerouge, 1863.

GARDNER, Erle Stanley.

El caso del gato del portero, 1935.
El caso del fantasma atractivo, 1955.

GREENE, Graham.

El tercer hombre, 1950.

HAMMETT, Dashiell

Cosecha roja, 1921.
La maldición de los Dain, 1921.
El halcón maltés, 1930.
La llave de cristal, 1931.
El hombre delgado, 1934.

HIGHSMITH, Patricia.

Extraños en un tren, 1949.
El cuchillo, 1954.
El talentoso señor Ripley, 1955.

SE PUEDEN AÑADIR MUCHAS MÁS. 

Si se os ocurre alguna, decídmelo. Seguiré otro día, con las letras que faltan en este 'Alfabeto del Crimen y la novela policial...'

Que Dios os bendiga y la Virgen os guarde de todo mal.

Pasad un feliz domingo, Día del Señor.

ALGUNAS NOVELAS POLICIALES

CRONOLOGÍA DE ALGUNAS NOVELAS POLICIALES

Autores de la A a la CH

AMBLER, Eric

La máscara de Dimitrios, 1939.

BENTLEY, Edmund C.

El último caso de Trent, 1913.

BERKELEY, Anthony,

El caso de los bombones envenenados, 1929.

BIGGERS, Earl Derr,

La casa sin llaves, 1925.

BLAKE, Nicholas

La bestia debe morir, 1938.

BRAMAH, Ernst,

Max Carrados, 1914, 23, 27.

CAIN, James M.

El cartero siempre llama dos veces, 1934.
Pacto de sangre, 1936.

CARR, John Dickson,

El hombre hueco, 1935.
La tabaquera del emperador, 1942.

CHANDLER, Raymond

El sueño eterno, 1939.
La dama del lago, 1943.

CHASE, James H.

El secuestro de Miss Blandish, 1939.

CHESTERTON, Gilbert K.

El candor del padre Brown, 1911.

CHRISTIE, Agatha,

Poirot investiga, 1924.
El asesinato de Roger Acroyd, 1926.
Asesinato en el Orient Express, 1934.
Los crímenes de ABC, 1936.
Muerte en el Nilo, 1937.
Diez negritos, 1939.
Cinco cerditos, 1942.

COLLINS, Wilkie

La piedra lunar, 1868.

CHISPAZOS OTOÑALES

Tras el cambio de hora al llamado "horario de invierno" y con la vista puesta en la nueva edición de las Elecciones Generales en ...