ORACIONES TRADICIONALES (8): EL ANIMA CHRISTI
Tras los festejos del desenfrenado Carnaval, fiesta del adiós a la carne (CARNE VALE, o CARNEM LEVARE, 'quitar la carne', aunque el origen de la palabra no está claro) con el Martes de Carnaval y el entierro de la Sardina, esta semana se ha celebrado el Miércoles de Ceniza y ha comenzado la Cuaresma. Después del reinado del alegre y pícaro don Carnal, viene la grave y seria doña Cuaresma, cuya batalla tan graciosamente supo describir Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, en su Libro de Buen Amor. Las dos fiestas, la de la carne y la sensualidad, la del ayuno y la abstinencia, reflejan el deseo de libertad del hombre y su necesaria purificación. Hay muchas e interesantes investigaciones sobre el tema del Carnaval y lo carnavalesco (las mejores quizá sean las de Mijail Bajtin y Julio Caro Baroja), pero no es sobre estos ritos de celebración de la exhuberancia de lo que deseaba escribiros.
Hoy quisiera compartir con todos vosotros una oración que, aunque no pertenece propiamente al tiempo de Cuaresma, se relaciona muy bien con la liturgia de esta etapa y, en general, con lo que se celebra mediante ella: la preparación del alma para la Semana Santa, momento clave en la vida de todos los cristianos, pues en ella conmemoramos la pasión, la muerte y la resurrección de Nuestro Señor. Se trata de la oración del 'ANIMA CHRISTI' (Alma de Cristo).
Esta plegaria tradicional es muy antigua y, aunque se desconoce quién pudo haberla compuesto, ha sido atribuida al Papa Juan XXII (1249-1334) y también al fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola (1491-1556), del cual se asegura que la rezaba con frecuencia y recomendaba a sus amigos y hermanos religiosos que la rezasen a menudo. Además, San Ignacio colocó esta oración al principio de sus célebres Ejercicios espirituales y no resulta extraño ver algunos reflejos de ella en su no menos famosa "Oración de entrega al Señor":
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén
Con todo, parece que San Ignacio no compuso la oración del Anima Christi, pues ya figuraba en libros anteriores al santo español. Seguramente fue compuesta mucho antes de San Ignacio, pero el fundador de los jesuitas debió popularizarla. En el texto latino se hace mención de sacramentos y conceptos cristianos tan importantes como el Bautismo, la Eucaristía y la Pasión salvadora del Señor.
Esta oración habla del alma de Cristo y sirve, sin duda, para reconfortar nuestra propia alma. Estoy seguro de que, seáis creyentes o no, os gustará conocerla. Como siempre, se ofrece aquí la versión latina y una traducción castellana.
Espero que os agrade, que la leáis y, si os ayuda, podáis rezarla (a mí me ha ayudado en esos momentos de tristeza o decaimiento por los que todos pasamos alguna vez; además, al rezarla se logra una indulgencia parcial) y que viváis este momento de fe y conversión con la alegría de saberos queridos y de querer a los que os rodean. Que paséis un feliz fin de semana, amigos.
ANIMA CHRISTI
Anima Christi, sanctifica me.
Corpus Christi, salva me.
Sanguis Christi, inebria me.
Aqua lateris Christi, lava me.
Passio Christi, conforta me.
O bone Jesu, exaudi me.
Intra tua vulnera absconde me.
Ne permittas me separari a te.
Ab hoste maligno defende me.
In hora mortis meae voca me.
Et iube me venire ad te,
Ut cum Sanctis tuis laudem te.
In saecula saeculorum.
Amen
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh, mi buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti,
para que con tus santos te alabe,
por los siglos de los siglos.
Amén
Hoy quisiera compartir con todos vosotros una oración que, aunque no pertenece propiamente al tiempo de Cuaresma, se relaciona muy bien con la liturgia de esta etapa y, en general, con lo que se celebra mediante ella: la preparación del alma para la Semana Santa, momento clave en la vida de todos los cristianos, pues en ella conmemoramos la pasión, la muerte y la resurrección de Nuestro Señor. Se trata de la oración del 'ANIMA CHRISTI' (Alma de Cristo).
Esta plegaria tradicional es muy antigua y, aunque se desconoce quién pudo haberla compuesto, ha sido atribuida al Papa Juan XXII (1249-1334) y también al fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola (1491-1556), del cual se asegura que la rezaba con frecuencia y recomendaba a sus amigos y hermanos religiosos que la rezasen a menudo. Además, San Ignacio colocó esta oración al principio de sus célebres Ejercicios espirituales y no resulta extraño ver algunos reflejos de ella en su no menos famosa "Oración de entrega al Señor":
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén
Con todo, parece que San Ignacio no compuso la oración del Anima Christi, pues ya figuraba en libros anteriores al santo español. Seguramente fue compuesta mucho antes de San Ignacio, pero el fundador de los jesuitas debió popularizarla. En el texto latino se hace mención de sacramentos y conceptos cristianos tan importantes como el Bautismo, la Eucaristía y la Pasión salvadora del Señor.
Esta oración habla del alma de Cristo y sirve, sin duda, para reconfortar nuestra propia alma. Estoy seguro de que, seáis creyentes o no, os gustará conocerla. Como siempre, se ofrece aquí la versión latina y una traducción castellana.
Espero que os agrade, que la leáis y, si os ayuda, podáis rezarla (a mí me ha ayudado en esos momentos de tristeza o decaimiento por los que todos pasamos alguna vez; además, al rezarla se logra una indulgencia parcial) y que viváis este momento de fe y conversión con la alegría de saberos queridos y de querer a los que os rodean. Que paséis un feliz fin de semana, amigos.
ANIMA CHRISTI
Anima Christi, sanctifica me.
Corpus Christi, salva me.
Sanguis Christi, inebria me.
Aqua lateris Christi, lava me.
Passio Christi, conforta me.
O bone Jesu, exaudi me.
Intra tua vulnera absconde me.
Ne permittas me separari a te.
Ab hoste maligno defende me.
In hora mortis meae voca me.
Et iube me venire ad te,
Ut cum Sanctis tuis laudem te.
In saecula saeculorum.
Amen
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh, mi buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti,
para que con tus santos te alabe,
por los siglos de los siglos.
Amén