EUROPA (1939-1945). EN RECUERDO A LAS VÍCTIMAS
EUROPA (1939-1945)
y DE LOS GENOCIDIOS PROVOCADOS POR EL NAZISMO, EL STALINISMO Y LOS TOTALITARISMOS Y DICTADURAS QUE ARRASARON EUROPA,
UNAS PALABRAS SOBRE EL PREMIER BRITÁNICO WINSTON CHURCHILL, PREMIO NOBEL DE LITERATURA (1953)
A la guerra se juega con la sonrisa en los labios.
Si no puedes sonreír, haz una mueca.
Si no puedes hacerla, apártate del camino mientras puedas.
Winston Churchill
El señor Winston L. S. Churchill (1874-1965), como nos enseña
Como su homólogo americano o los políticos de otros países aliados de Reino Unido o EEUU, el Primer Ministro W. Churchill hubo de tomar decisiones muy arriesgadas y si en
Pero no sé si todas sus acciones, las del ‘guerrero’ Truman o las del ‘bueno y pacificador’ del señor N. Chamberlain se justificarían por tratarse de aquella infeliz, olvidable y despreciable guerra. No creo ni en una guerra atómica contra población civil ni en una paz ‘con honor’. Ambas acaban decayendo y fagocitando a sus promotores.
Por eso, algunas de las ideas y planes de Churchill en
Si Churchill pudo estar errado en alguna de sus propuestas, fue un auténtico León en la defensa de su país, en su más gloriosa defensa, no en 1066, sino en 1940 y 1941, en
La leyenda y el genio oratorio y sagaz de Churchill acompañarán siempre a la inmarcesible leyenda de Reino Unido, entonces más unido que nunca. El bueno de GK Chesterton nació el mismo año que W. Churchill, fueron amigos y compartieron muchas ideas, aunque no todas.
El partido conservador cuenta en su historia con el mejor orador inglés del siglo XX, aunque algunas de sus cartas fueran comprometedoras. Pero, como dije, fue un león, uno de los símbolos de Inglaterra, destrozando al dragón naziprusiano y totalitarista.
El gran error de Churchill, desde mi humilde perspectiva, fue aliarse con un hombre igual o peor que Hitler: Stalin, instigador del asesinato de Trosky, purgó al Partido Comunista ruso hasta convertirse en ‘padrecito’ de todas las Rusias; mi admiración está con el pueblo ruso y sus gentes, no con Stalin, para mí tan genocida como Hitler. Stalin, como bien observó Orwell en su novela ‘Animal Farm’ (Rebelión en
Aunque no sirva de consuelo, al menos a los que vivimos el final del siglo XX y vivimos este principio del siglo XXI, de terrorismo y guerras injustas, no tan lejanas o extrañas como algunos creen, al menos nos queda el recuerdo de los millones de personas, de la nación que fueran, del país que habitasen, o de la cultura que tuviesen o de la religión que profesasen, el recuerdo de aquellas víctimas asesinadas por sus enemigos e incluso por los propios dirigentes de su pueblo.
En el caso alemán, pueblo unido sentimentalmente a España por tantas razones, el hundimiento fue más duro con su propio pueblo.
No quisiéramos terminar sin antes recordaros precisamente unas palabras que, sobre aquella nefasta, odiosa guerra, nos dejó un escritor alemán y otra de nuestro ‘común amigo’, Gilbert Chesterton. Anoto que el escritor alemán es, como ya habréis adivinado, Bertolt Brecht: “Entre los vencidos, el pueblo pasó hambre; entre los vencedores, también”.
La de GKC es: “No creo que el destino se imponga a los hombres independientemente de cómo actúen, pero sí creo que el destino se impondrá a menos que se actúe”.
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