DE ELECCIONES, FUTBOLISTAS Y GATOS CATALANES
Acaban de celebrarse elecciones a los parlamentos autonómicos en Galicia y en el País Vasco y ya andamos haciendo elucubraciones. El caso gallego está claro: gobernará Núñez Feijóo, pues los electores gallegos han castigado a Touriño -recién dimitido- por sus enormes despilfarros y por su política errática y demasiado dependiente de los separatistas del Bloque Nacionalista Galego (BNG), aunque tampoco debemos escatimar mérito al señor Feijóo. Habrá que ver si cumple con sus promesas y con su programa electoral. De momento ha afirmado que gobernará 'sin siglas' (¿qué querrá decir con esto?) y anulará el decreto de política lingüística, tan lesivo para la educación en castellano. Démosle tiempo y a ver si no defrauda a sus votantes.
Si en Galicia la gobernabilidad le es favorable al PP por su mayoría absoluta, en el País Vasco lo único que parece claro y meridiano es un parlamento libre al fin de etarras enmascarados o solapados bajo siglas a cual más variopinta. En el caso vasco todo son dudas acerca de quién gobernará durante los próximos cuatro años: o bien el Partido Nacionalista Vasco (PNV), apoyado circunstancialmente por el resto de nacionalistas, con el visto bueno del PSOE, o bien el propio PSOE en minoría, con la eventual anuencia del Partido Popular y de Unión Progreso y Democracia (UPyD).
Es decir, que ahora mismo el gobierno vasco podría seguir la senda del continuismo y permanecer en manos de los nacionalistas (PNV) o bien de supuesto cambio (PSOE), y decimos supuesto porque ya se ha visto en Cataluña lo que puede suceder cuando los socialistas suceden a los nacionalistas: que, a fuerza de hacerlo bastante peor que ellos, los mejoran, cosa que a priori parecería imposible.
Todos los medios, para asombro de muchos de nosotros, dan por hecho el cambio en el parlamento de Vitoria: auguran un gobierno con el candidato Patxi López como lehendakari y los apoyos condicionados de PP y UPyD en la sesión de investidura. Permítasenos dudar de lo que otros dan como hecho. La experiencia de los años pasados demuestra que, cuando fue posible un gobierno de corte constitucional para frenar la voracidad nacionalista, fue frenado por el gobierno central, entonces presidido por Felipe Gónzalez. Esto es, que al menos en el País Vasco (no tanto en Cataluña, por la independencia política del PSC), siguen los dictados de Ferraz, o de Moncloa, si queréis, tratando de favorecer los intereses nacionales del PSOE. Hace poco lo vimos de nuevo con motivo de las elecciones en Navarra. A base de varios cambalaches, podrían haberse hecho con el poder en la Comunidad foral de Navarra, desalojando a Unión del Pueblo Navarro (UPN), pero el PSOE central, por así decirlo, no lo permitió. En suma, no creemos que el cambio sea tan claro como lo quieren ver desde la inmensa mayoría de los medios de comunicación. Tendremos que ver cómo se desarrollan los acontecimientos, por mucho que el candidato del PSOE haya expresado su deseo de formar gobierno y ser alternativa real y efectiva en el País Vasco, por primera vez en 30 años, al nacionalismo rampante. Igual se puede decir del señor Basagoiti, candidato del PP, quien ha aseverado su firme compromiso en pro del cambio pero, por mucho que él juzgue que los del PP son imprescindibles para la gobernabilidad, ésta dependerá de lo que finalmente decida el PSOE... el PSOE en Madrid, claro. Ojalá nos equivoquemos...
Todo esto del nacionalismo, tan nefasto para España como para el resto de Europa (mírese, si no, cómo ha asolado la Europa del Este), nos ha dado que pensar durante el fin de semana, a cuento de unas declaraciones del futbolista del FC Barcelona, Thierry Henry, donde aseguraba que 'Cataluña no es España, es otra cosa y eso hay que sentirlo'. La respuesta de Henry, totalmente desmotivada sobre lo que se le preguntaba en realidad ('¿Le costó mucho adaptarse [al Barcelona]?'), denota hasta dónde pueden llegar los tentáculos del nacionalismo en algunas comunidades de España. Este jugador está en su perfecto derecho de decir lo que le apetezca, pero no parece de recibo que se inmiscuya de forma tan absurda en un asunto que hiere tantas sensibilidades, tanto dentro como fuera de Cataluña. Con frecuencia vemos en el estadio del FC Barcelona pancartas enormes con el lema 'Catalonia is not Spain', como si quisieran reinvidicar ante los extranjeros que están sojuzgados o sometidos bajo la malvada bota españolista. Nada más lejos de la realidad: es al revés, son los ciudadanos catalanes los que no pueden poner los rótulos de sus comercios en castellano, los que no pueden educar a sus hijos en castellano y los que se ven privados de derechos por no dominar el catalán.
En este punto, y para finalizar, quisiera incluir la opinión de Chesterton al respecto y más de uno de los seguidores de este blog se va a sorprender. Chesterton estuvo dos veces en España, la última en 1936, los meses antes del comienzo de la Guerra Civil. Es sabido que fue un escritor que defendió la independencia de algunos pueblos sometidos a ciertos imperios. Por ejemplo, en su juventud fue partidario de los Bóers de África, frente al opresor imperialismo inglés. Amó el ansia de libertad de Polonia, nación la más esclavizada de toda la historia europea. Pues bien, en su Autobiografía, que aquí venimos repasando en la sección 'Recuerdos de infancia y adolescencia', nuestro admirado autor sostiene:
"Recientemente volví a visitar España; si los catalanes me permiten llamarla España (opiniones aparte, tengo una sincera simpatía por esos aspectos tan delicados), pues la visité a toda prisa..."
No queda demasiado claro, pero no debe extrañarnos que Chesterton viera con buenos ojos el deseo de autonomía catalana. En otra obra suya, de la misma fecha Las paradojas de Mr. Pond (1936), una serie de relatos de corte detectivesco basados en paradojas, leemos:
"Y entonces Gahagan formuló una teoría de veras preciosa partiendo de gatos [cats] y catástrofes [catastrophes] y cosas así, y habría podido iniciar una espléndida conversación sobre un problema político en el Continente.
-La cuestión catalana [catalonian], supongo..."
En el fragmento, el autor juega con palabras que comienzan por 'cat'. Más allá de estas consideraciones, creemos que no se le debe atribuir una opinión rotundamente partidaria de los independentistas catalanes, porque él amaba España y, además, es seguro que su conocimiento de la auténtica situación española y catalana sería bastante incompleto y estaría influido por sus contactos ingleses en España. Sea como fuere, los lectores de este blog comprobarán que no siempre alabamos a Chesterton en todo lo que escribió y que, por una vez, quizá estemos en claro desacuerdo con una de sus opiniones. Eso no le resta ni un ápice de interés. Lástima que no viviera para ver el horror de nuestra Guerra Civil y desengañarse de los 'gatos catalanes' y de sus verdaderas y aviesas intenciones. Con toda seguridad, coincidiría con nosotros en los errores del nacionalismo y en su perniciosa acción sobre España y sobre gran parte de Europa.
Pasadlo bien y hasta muy pronto, queridos amigos.
Comentarios
se admiten apuestas: en el PV gobernará el PNV con el apoyo del PSOE. Los del PSOE odian más al PP que a los de su sangre, es decir al resto de nazionalistas.
¿Bloque constitucionalista? Algunos periodistas no saben lo que dicen.
En cuanto a Henry, creo que lo correcto es secuestrarlo en secreto y expulsarlo de España. O a lo mejor eso solo es correcto si el expulsado es del PP y el que habla es del PSOE.
Tampoco Chesterton se moja mucho, afortunadamente para sus seguidores. Parece pues que lo del catalanismo fascistoide viene de hace décadas, como mínimo. Ya he visto que murió en el 36.
Un abrazo
Si tú, que has estudiado profundamente a Chesterton, tienes muy buena opinión de él, seguro que en una situación como ésta, no nos defraudaría.
Dos besos.
PD. Muchas gracias por la crónica política. A mí me viene estupendamente. En serio!
En cuanto a las Vascongadas, sólo cabe esperar que el PSE haga lo peor para España, es decir, o montar un follón de gobierno sustentado en silencios y abstenciones, o pactar con una nueva generación de peneuvistas, una vez finiquitado mir Spock. Procurar un entendimiento con el PP que obligara a ZP al gran pacto de los dos grandes partidos a nivel nacional, sería lo mejor para España, por tanto olvidémoslo.
Excelente artículo y buena pluma para el análisis político, JHW.
Un abrazo.
lo del turismo sexual es la opción bienpensante: los españoles van a Rusia a f... La asociación de ideas es creíble.
"Hemos hecho un acuerdo para estimular, para favorecer, para f..., para apollar ese turismo" (digo yo que apollar será con elle, por coherencia en el mensaje)
La opción malpensante es que cuando los mandatarios españoles llegan a acuerdos con los dirigentes de otros países reciben "compensaciones de tipo sexual" por ser "desprendidos". En ese caso en efecto se puede decir que se ha llegado a un acuerdo para f...
He querido ser bienpensante, porque tampoco hay pruebas de que sea lo segundo.
Un abrazo
Vivo desconectada del mundo. Fueron las primeras noticias que tuve de las elecciones... ¡Me pusiste al día! :)
Dos besos.
el día que explicaron cómo elegir las etiquetas yo estaba en las máquinas recreativas gastándome la paga semanal. Ahora voy más perdido que Zapatero en una cumbre mundial.
De todos modos si Rodríguez hubiese dicho fusilar, por ejemplo, yo habría puesto fusilar. No es culpa mía.
No, no tengo previsto volver a tratar el tema, pero si Rodríguez vuelve a la carga a lo mejor lo hago.
Un abrazo
Verif: rogra. Metaplasmo epiléptico y protésico de roja y progre. Vamos , una joya.
en realidad lo mejor es que el banco vele por sus intereses, dando créditos a quien cree que los devolverá. Si la política oficial es que se den los créditos con alegría estamos apañados, porque el dinero para cubrir ese agujero lo estamos poniendo todos. Dar créditos a gente sin solvencia es tirar el dinero.
No doy ninguna solución porque no la tengo.
Un abrazo