DE CUMPLEAÑOS, DE LARRA Y DEL VICIO DE BLOGUEAR
Uno es muy olvidadizo y despistado, ¡qué le vamos a hacer! Casi se me pasa el mes de marzo sin celebrar con todos vosotros el primer cumpleaños de este blog, entre humilde y chestertoniano, algunas veces demasiado recurrente y otras, desatendido. Pero no, cómo se me iba a olvidar la celebración del primer cumpleaños de esta mi pobre criaturita. ¿Cómo olvidarlo? Si lo quiero casi como si fuera un hijo mío. En el fondo lo es, ya que fue parido por mi ingenio, sea éste rico o escaso, torpe o desenvuelto.
El hecho es que el 12 de marzo de 2008 (justo un día después del cuarto aniversario de los atentados del 11-M) tomé la decisión, en un más que probable arrebato de locura -muy frecuente en quien esto escribe-, de abrirme un blog. Como apenas sabía nada de este mundillo, quiso la fortuna que me lo abriera en blogger. Ignoraba entonces que hubiera otras muchas páginas desde las que componer un blog. Vino esto motivado por ciertas causas en las que no voy a entrar, pues ahora no interesa referirlas aquí, pero sí puedo decir que sentía la imperiosa necesidad de expresar mis ideas por escrito y en público. Desde el principio supe que deseaba un blog de tipo literario, pero no me decidía a hacerlo demasiado general. Como no se me dio idea mejor que echarme al coleto, los hados dispusieron que se lo dedicara a esas tres grandes personas llamadas Hilaire Belloc, Gilbert Keith Chesterton y su esposa Frances Blogg, los cuales, de un modo u otro, habían cambiado mi vida con las suyas, habían influido en mi personalidad y pensamientos y podían decirse casi santos patronos de esta página web, a cuya protección siempre me he acogido. Así, para glosar sus magníficas vidas, sus aleccionadoras obras, además de las vidas y obras de otros autores, ya fuesen contemporáneos de ellos o no, nacieron estas páginas que este mes han cumplido su primer añito de vida.
Dado que era mi segundo blog (tengo otro, pero siempre he intentado que los dos fueran totalmente autónomos, independientes y con distintos contenidos), hubo un momento en que dejé a éste un poco abandonado, ya que el otro me absorbía demasiado tiempo. Tras un año de 'bloguear', permitidme la palabreja, por estas procelosas aguas de Internet, creo haber llegado a un cierto equilibrio y voy actualizando ambas páginas poco a poco, según me inspiran las noticias del día, las musas de la noche o los caprichos del genio del lugar, a quien no tengo el gusto de conocer pero que, sin duda, influye en estas letras, cual duende satírico del día. Sí, amigos, hubo un momento en que advertí que esto de 'bloguear' se había convertido para mí en un auténtico vicio, del que me despertaron las gentes y cosas que merecen más atención que cualquier espacio virtual. Me consta que es costumbre entre blogueros actualizar los blogs cada día, si nos da la vida, o con la mayor frecuencia posible. A mí no me llega el tiempo para tanto, y bien que lo siento. Mejor: las buenas bebidas, en dosis pequeñas.
Y es que uno tiene obligaciones y, sobre todo, debe atender a relaciones humanas, familiares, laborales y de amistad, que son prioritarias, mucho más de lo que pueda ser un blog, aunque su escritura sea terapéutica para algunos de nosotros o bien sirva como válvula de escape para nuestras alegrías, nuestros cabreos y nuestras pequeñas veleidades literarias. Me curé del vicio de 'bloguear', tan adictivo, pero sigo dando gracias por haber descubierto este universo virtual, sobre todo por la buena gente que me he ido tropezando en el camino, experiencia que agradezco y no he de cambiar por nada ni de la que me arrepentiré nunca.
Hablaba antes de las musas y del genio del lugar, del duende satírico del día, y lo he hecho con la intención de aprovecharme del cumpleaños del blog para celebrar al mismo tiempo otro aniversario: el segundo centenario del nacimiento de Mariano José de Larra (1809-1837), padre del moderno periodismo español, santo laico de los doloridos de España, sabio precursor del espíritu de la Generación del 98 y excelente maestro de ensayistas y prosistas literarios.
Larra sigue más vivo que nunca, porque sus críticas y sus denuncias contra el analfabetismo, contra la pereza y la desidia españolas, contra la burocracia de los funcionarios o contra el abandono de nuestra patria siguen siendo temas de actualidad y, por desgracia, casi males endémicos en 'este país'... quiero decir, en España (perdón, maestro). Es seguro que Mariano José de Larra, ese pobrecito hablador, ese Andrés Niporesas de las Batuecas, ese duende satírico del día, hoy tendría su propio blog, y sería uno de los blogueros más influyentes de España. Si levantara la cabeza, quién sabe si igual se volvía a pegar un tiro, visto lo que hemos avanzado y cómo nos encanta perseverar en nuestros fantasmas, errores y horrores nacionales. Su conciencia aletea por el Madrid que le vio morir, flota en las páginas de sus artículos y en la mente de todos los que adoramos escribir y sentimos pena, indignación o dolor por los males que aquejan a España. Sirvan estas palabras como un pequeño y modesto homenaje a su gigantesca figura, a su obra sagraz, valiente, sobrecogedora y al maravilloso legado literario que nos dejó.
En fin, amigos, repito que lo mejor de esta experiencia de 'bloguear' ha sido poder conoceros, compartir vuestras páginas y las de otras personas. Reconforta, a pesar de los egos, o contando con ellos, el saber que a uno, aun siendo tan plomo, tan repetitivo, tan despistado y olvidadizo, le leen (me leéis) con tanto cariño y tanta atención. El año que viene, si Dios quiere, Hilaire, Gilbert y Frances (amén de Larra y un servidor) os esperaremos por estos lares para celebrar el segundo cumpleaños del blog. Muchísimas gracias a todos, amigos.
El hecho es que el 12 de marzo de 2008 (justo un día después del cuarto aniversario de los atentados del 11-M) tomé la decisión, en un más que probable arrebato de locura -muy frecuente en quien esto escribe-, de abrirme un blog. Como apenas sabía nada de este mundillo, quiso la fortuna que me lo abriera en blogger. Ignoraba entonces que hubiera otras muchas páginas desde las que componer un blog. Vino esto motivado por ciertas causas en las que no voy a entrar, pues ahora no interesa referirlas aquí, pero sí puedo decir que sentía la imperiosa necesidad de expresar mis ideas por escrito y en público. Desde el principio supe que deseaba un blog de tipo literario, pero no me decidía a hacerlo demasiado general. Como no se me dio idea mejor que echarme al coleto, los hados dispusieron que se lo dedicara a esas tres grandes personas llamadas Hilaire Belloc, Gilbert Keith Chesterton y su esposa Frances Blogg, los cuales, de un modo u otro, habían cambiado mi vida con las suyas, habían influido en mi personalidad y pensamientos y podían decirse casi santos patronos de esta página web, a cuya protección siempre me he acogido. Así, para glosar sus magníficas vidas, sus aleccionadoras obras, además de las vidas y obras de otros autores, ya fuesen contemporáneos de ellos o no, nacieron estas páginas que este mes han cumplido su primer añito de vida.
Dado que era mi segundo blog (tengo otro, pero siempre he intentado que los dos fueran totalmente autónomos, independientes y con distintos contenidos), hubo un momento en que dejé a éste un poco abandonado, ya que el otro me absorbía demasiado tiempo. Tras un año de 'bloguear', permitidme la palabreja, por estas procelosas aguas de Internet, creo haber llegado a un cierto equilibrio y voy actualizando ambas páginas poco a poco, según me inspiran las noticias del día, las musas de la noche o los caprichos del genio del lugar, a quien no tengo el gusto de conocer pero que, sin duda, influye en estas letras, cual duende satírico del día. Sí, amigos, hubo un momento en que advertí que esto de 'bloguear' se había convertido para mí en un auténtico vicio, del que me despertaron las gentes y cosas que merecen más atención que cualquier espacio virtual. Me consta que es costumbre entre blogueros actualizar los blogs cada día, si nos da la vida, o con la mayor frecuencia posible. A mí no me llega el tiempo para tanto, y bien que lo siento. Mejor: las buenas bebidas, en dosis pequeñas.
Y es que uno tiene obligaciones y, sobre todo, debe atender a relaciones humanas, familiares, laborales y de amistad, que son prioritarias, mucho más de lo que pueda ser un blog, aunque su escritura sea terapéutica para algunos de nosotros o bien sirva como válvula de escape para nuestras alegrías, nuestros cabreos y nuestras pequeñas veleidades literarias. Me curé del vicio de 'bloguear', tan adictivo, pero sigo dando gracias por haber descubierto este universo virtual, sobre todo por la buena gente que me he ido tropezando en el camino, experiencia que agradezco y no he de cambiar por nada ni de la que me arrepentiré nunca.
Hablaba antes de las musas y del genio del lugar, del duende satírico del día, y lo he hecho con la intención de aprovecharme del cumpleaños del blog para celebrar al mismo tiempo otro aniversario: el segundo centenario del nacimiento de Mariano José de Larra (1809-1837), padre del moderno periodismo español, santo laico de los doloridos de España, sabio precursor del espíritu de la Generación del 98 y excelente maestro de ensayistas y prosistas literarios.
Larra sigue más vivo que nunca, porque sus críticas y sus denuncias contra el analfabetismo, contra la pereza y la desidia españolas, contra la burocracia de los funcionarios o contra el abandono de nuestra patria siguen siendo temas de actualidad y, por desgracia, casi males endémicos en 'este país'... quiero decir, en España (perdón, maestro). Es seguro que Mariano José de Larra, ese pobrecito hablador, ese Andrés Niporesas de las Batuecas, ese duende satírico del día, hoy tendría su propio blog, y sería uno de los blogueros más influyentes de España. Si levantara la cabeza, quién sabe si igual se volvía a pegar un tiro, visto lo que hemos avanzado y cómo nos encanta perseverar en nuestros fantasmas, errores y horrores nacionales. Su conciencia aletea por el Madrid que le vio morir, flota en las páginas de sus artículos y en la mente de todos los que adoramos escribir y sentimos pena, indignación o dolor por los males que aquejan a España. Sirvan estas palabras como un pequeño y modesto homenaje a su gigantesca figura, a su obra sagraz, valiente, sobrecogedora y al maravilloso legado literario que nos dejó.
En fin, amigos, repito que lo mejor de esta experiencia de 'bloguear' ha sido poder conoceros, compartir vuestras páginas y las de otras personas. Reconforta, a pesar de los egos, o contando con ellos, el saber que a uno, aun siendo tan plomo, tan repetitivo, tan despistado y olvidadizo, le leen (me leéis) con tanto cariño y tanta atención. El año que viene, si Dios quiere, Hilaire, Gilbert y Frances (amén de Larra y un servidor) os esperaremos por estos lares para celebrar el segundo cumpleaños del blog. Muchísimas gracias a todos, amigos.
Comentarios
Como bien dices, Larra sería muy posiblemente hoy un bloguero y su bitácora andaría plena de comentarios, los más favorables aunque seguro habría también algún troll al servicio de los poderosos que lo atacara.
Abrazos.
Saludos.
Por cierto que si Larra hubiera entrado en este mundo podría haber hecho un simpático uso de esos pseudónimos que se gastaba. Un abrazo
lo más importante es que estás contento, o sea que tener los blogs te hace feliz.
Espero que eso siga siendo así y que cumplas muchos más aniversarios.
Un abrazo
Bloguee usted, mr, bloguee, que mientras usted bloguee, bloguearemos juntos.
Y que dure.
Un abrazo
Hola GKCh,
esta paloma ya andaba "por ahí" en tiempos y lugares de los GAL y la sacaron de la tumba para venir a amargarnos la existencia.
Sinceramente no entiendo la necesidad que tiene Rodríguez Zapatero de rodearse de personas tan desagradables. ¿Será porque le interesa la crispación?
Un abrazo
Felicidades! El primer año siempre es especial! ¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Cuando te conocí ya estabas desintoxicado? Yo diría que sí… ¿no?
Bueno… Me alegra haber compartido contigo un trocito de este primer año de tu blog. Espero seguir disfrutando de tu compañía mucho tiempo más.
Dos besos!
Mea culpa, mea culpa... Te tengo un poco abandonado, no por falta de interés en visitarte sino porque como decía en uno de mis últimos post, esto de la jubilación es muy estresante. Desde que estoy en esta situación tengo menos tiempo que nunca ¿Quién dijo "cuando estés jubilado no sabrás que hacer"? Entre viajes, casa, hermanos, nietos y blog, parece como si el día hubiera reducido su número de horas.
De todas formas no me quejo, ¡Benditas ocupaciones! que no obligaciones, aquello era el trabajo.
Gracias por tu amistad y un fuerte abrazo.
Me alegro mucho de que hayas encontrado el equilibrio. Es lo mejor para ti y para tu esposa. Genial!
Dos besos!