MICROCUENTOS
Hace ya años que el autor italiano Italo Calvino (en su libro Seis propuestas para el próximo milenio) señalaba la necesidad de una literatura más breve, más concisa y más leve, acorde con la nueva sociedad, tan acelerada y tan falta de tiempo. El mismo Calvino contribuyó a ello con algunos de esos microcuentos. Estos son pequeñas muestras de ingenio, de narrativa breve y concentrada; a veces se parecen a las greguerías de Ramón Gomez de la Serna; otras son como píldoras que ingerir y degustar en momentos de aburrimiento o soledad.
El más famoso de todos los microcuentos pertenece a la aguda pluma de Augusto Monterroso y está formado por sólo siete palabras:
EL DINOSAURIO
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
La mayoría tienen una duración muy breve, que es su característica distintiva: una línea, dos o tres; unas pocas frases... Todo para condensar y aquilatar el impacto de la narración y aumentar la sorpresa en el lector. Os ofrezco algunos de estos breves, brevísimos ejemplos de microcuentos, algunos de autores célebres:
EL HOMBRE INVISIBLE
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
Gabriel Jiménez Emán
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.
Juan José Arreola
LA ÚLTIMA CENA
El conde me ha invitado a su castillo. Naturalmente yo llevaré la bebida.
Ángel García Galiano
MOLESTIA
Sentí una molestia muscular, era la quinta vez que yo nacía.
Enrique Vila-Matas
CRUCE
Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al otro lado.
Arturo Pérez Reverte
Otros son, en realidad, cuentos breves, como relatos muy condensados, más que microcuentos. Y estos han existido siempre, desde las historias de Las Mil y una noches, hasta hoy. Os ofrezco tres muestras de estos cuentos breves: uno es del controvertido y extraño Franz Kafka; otro, de nuestro genial Ramón Gómez de la Serna; y el último, como no podía ser menos, del enorme y colosal G. K. Chesterton. Espero que los disfrutéis:
UNA PEQUEÑA FÁBULA
¡Ay! -dijo el ratón-. El mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan grande que le tenía miedo. Corría y corría y por cierto que me alegraba ver esos muros, a diestra y siniestra, en la distancia. Pero esas paredes se estrechan tan rápido que me encuentro en el último cuarto y ahí en el rincón está la trampa sobre la cual debo pasar.
-Todo lo que debes hacer es cambiar de rumbo -dijo el gato... y se lo comió.
Franz Kafka
APARICIÓN DEL TRITÓN
La bella joven se reía tanto después del baño a la orilla del mar, que como la risa es la mayor provocadora de la curiosidad, asomó su cabeza un tritón para ver lo que pasaba.
-¡Un tritón! -gritó ella, pero el tritón tranquilo y sonriente la serenó con la pregunta más inesperada:
-¿Quieres decirme qué hora es?
Ramón Gómez de la Serna
EL ÁRBOL DEL ORGULLO
Si bajan a la Costa de Berbería, donde se estrecha la última cuña de los bosques entre el desierto y el gran mar sin mareas, oirán una extraña leyenda sobre un santo de los siglos oscuros. Ahí, en el límite crepuscular del continente oscuro, perduran los siglos oscuros. Sólo una vez he visitado esa costa; y aunque está enfrente de la tranquila ciudad italiana donde he vivido muchos años, la insensatez y la trasmigración de la leyenda casi no me asombraron, ante la selva en que retumbaban los leones y el oscuro desierto rojo. Dicen que el ermitaño Securis, viviendo entre árboles, llegó a quererlos como a amigos; pues, aunque eran grandes gigantes de muchos brazos, eran los seres más inocentes y mansos; no devoraban como devoran los leones; abrían los brazos a las aves. Rogó que los soltaran de tiempo en tiempo para que anduvieran como las otras criaturas. Los árboles caminaron con las plegarias de Securis, como antes con el canto de Orfeo. Los hombres del desierto se espantaban viendo a lo lejos el paseo del monje y de su arboleda, como un maestro y sus alumnos. Los árboles tenían esa libertad bajo una estricta disciplina; debían regresar cuando sonara la campana del ermitaño y no imitar de los animales sino el movimiento, no la voracidad ni la destrucción. Pero uno de los árboles oyó una voz que no era la del monje; en la verde penumbra calurosa de una tarde, algo se había posado y le hablaba, algo que tenía la forma de un pájaro y que otra vez, en otra soledad, tuvo la forma de una serpiente. La voz acabó por apagar el susurro de las hojas, y el árbol sintió un vasto deseo de apresar a los pájaros inocentes y de hacerlos pedazos. Al fin, el tentador lo cubrió con los pájaros del orgullo, con la pompa estelar de los pavos reales. El espíritu de la bestia venció al espíritu del árbol, y éste desgarró y consumió a los pájaros azules, y regresó después a la tranquila tribu de los árboles. Pero dicen que cuando vino la primavera todos los árboles dieron hojas, salvo este que dio plumas que eran estrelladas y azules. Y por esa monstruosa asimilación, el pecado se reveló.
G.K. Chesterton
Un afectuoso saludo, amigos blogueros, y que lo paséis bien
Comentarios
Justo antes de empezar a escribir la carta, recordó por qué no debía hacerlo.
Cuento 2:
Su corazón palpitaba, frenético, seguro de que le esperaba un calvario. Para su sorpresa, ella asintió.
Cuento 3:
Me parece bien que entres, le dijo su amante, pero no esperes encontrar la paz entre esos papeles.
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No tenía ni idea de la existencia de los microrrelatos, pero no parecen muy serios. Parecen una extravagancia, más que un género literario (extra-vagancia, o vagancia suprema). Cualquiera puede escribir microrrelatos de una línea, a uno por minuto.
Si son un poco más largos, como el de Chesterton, la cosa cambia.
El término "microcuento" para los que sólo constan de pocas palabras me parece demasiado generoso... En cambio, llamar "microcuento" a un cuento muy corto me parece simpático. Por ejemplo, en el caso del cuento que nos has puesto de Chesterton aplicar ese término me parecería perfecto.
En ese microcuento, por cierto, la imagen del monje seguido por un grupo de árboles paseando es pintoresca y ocurrente. Pillaron al árbol. Claro. Siempre se pilla a los malos.
:)
Dos besos!
Y el de De la Serna es sencillamente humor negro en estado puro.
Saludos y gracias por la entrada: es muy original pero, sobre todo pedagógica.
Porque no me diréis a mí que, sobre todos los de una línea, tienen algo, que no sea cachondearse del personal.
No obstante debo decir que el de Franz Kafka "Una pequeña Fábula" me ha parecido fabuloso, pero real, o cuando no vas por buen camino, cambias, o te come el gato.
Como dice nuestra amiga Marisela la entrada es sumamente original y sobre todo instructiva.
Un abrazo , amigo GKCh.
Encontré en internet éste, que es uno de los que más me gusta. Lamento no tener otros también muy buenos.
Empezando el día
Al amanecer treinta jòvenes salieron corriendo al claro del bosque, se ubicaron cara al sol y empezaron a inclinarse, saludar, postrarse, levantar los brazos, arrodillarse y así durante un cuarto de hora. Si los miráramos desde lejos podríamos creer que están rezando.
Actualmente a nadie le extraña que el hombre sirva cada dìa a su cuerpo con paciencia y atenciòn. Pero què ofendidos estarìan todos si sirviera de esta manera a su espìritu.
No, no era una oraciòn. Era la gimnasia matutina.
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Chiste-cuento:
ENCUENTROS EN LA TERCERA "FRASE".
A lo mejor no lo pillas. Es muy ingenioso.
-¡Hombre, Manolo! ¡Cuánto tiempo!
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¡Qué malo!
PS.- Yo llevo la sirena puesta siempre, Yikei
Besos y abrazos
Sólo a ti se te ocurre pasar de Chester a Chister sin avisar...
¿De dónde se habrá sacado su excelencia que "nos" hemos tomado a chufla sus microchuflas..digooo microcuentos?
No lo diga usted, ni de broma.
Un abrazo-chufla.-
Mira que me gusta la polémica, pero jamás pensé que fuera a haberla a cuento de tanto cuento. Bueno, te invito a un 'tonto de verano'.
Abrazos, besos, besos, abrazos...
Me temo que ha debido ser mi comentario el que te ha molestado.Jamás pensé en hacerlo, sabes que mi aprecio es grande aunque venga de tan corto tiempo.
La entrada, como digo, me ha parecido sumamente original y me ha dado a conocer algo que para mí era complétamente nuevo.
Lo que me ha llamado la atención es el hecho de denominar "cuento" a una frase por muy ingeniosa que esta sea.
Repito, si te he molestado, nada más lejos de mi intención y como no podía ser de otra manera, te pido mis disculpas.
Un abrazo.
Besos a todas y abrazos a todos. Sois estupendos. NO CAMBIÉIS
Más abrazos y más besos, que son gratis
NO; queda algo por aclara:
Si observas estos dos comentarios hechos en mi blog, verás que me dirijo a ti después de haberlo hecho a D. Alfredo, con quien desde el principio de nuestros contactos nos hablamos de Vd. Ello me ha llevado, por inercia, a que
cuando a continuación te contesté a ti, también utilizara el Vd. Uno tiene ya sus años y sus limitaciones.
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"García Francés:
De nuevo gracias y brindo por Vd. con una copa cibernética.
CKCh:
Gracias, amigo, voy a hacerle una visita a su blog."
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Un abrazo.
Yikei.. ¿Córcega? ¿Cerdeña? ¿Santa Elena?
Ahí hacen una sopa buenísima, según otro líder galo al que le olía tanto el sobaco que se abotonaba la mano al chaleco para no olvidar que no podía levantarla.
No pisaré yo vuestros pagos sin mandarle un nuncio, sir. Además, me llevaría dos botellas de agua de dos litros llenas de mediterráneo...
Y recuerda la máxima..
Carpe Tazo!
Un abrazo runo.
Aunque sé que no tiene absolutamente nada que ver con el tema, precisamente hoy me han mandado el enlace a una divertida y conocida escena y me he reído tanto que me ha parecido buena idea copiarlo aquí y compartirlo contigo:
http://www.youtube.com/watch?v=xfql-m8Ij48
No cambies tú tampoco. Nos gustas así! :)
Dos besazos!
Dos besos más para vosotros!
Te he enviado una invitación a tu dirección de correo para que puedas colaborar -si lo deseas- en mi blog colectivo Di Lo Ke Kieras (http://dlkkieras.blogspot.com/).
Un abrazo.
El Filóloco
http://www.marthacolmenares.com/2009/07/09/premio-dardos-y-este-blog-es-una-joya/
Saludos desde Venezuela
seguro que te gusta...
http://www.youtube.com/watch?v=eTL0akKjEhA
¿Qué sabe nadie?
Camps sí lo sabe :)
Me encanta el concepto de los microcuentos. Yo soy fan de un vecino nuestro de la blogsfera que creo que es un maestro en el arte de redactar lo que yo creo que son microrelatos, te dejo aquí el link por si te interesa echarle un vistazo: Se trata de TORO SALVAJE. Ya me dirás qué te parece.
Me ha gustado mucho la fábula del ratón :) y cómo no... nuestro Chersterton... impresionantemente bonito.
Estoy encantada con que el Papa haya coincidido tánto con Chesterton en la propuesta de la distribución, ya te he leído en el blog del padre José.
Un abrazo!!
Y es que el microcuento logra tanto relatarnos los hechos escuetos,al igual que le deja al lector una avenida abierta a su propia interpretación;y ésto es una virtud agregada en un caso de éstos.No entiendo porqué muchas personas lo minimizan como género,a menos que desconozcan el acervo enorme de éstos,no todos de calidad,de acuerdo,pero ésto es así en cualquier otro formato.