martes, 9 de diciembre de 2008

LA AVENTURA DE LEER EL HOMBRE QUE FUE JUEVES

LA AVENTURA DE LEER EL HOMBRE QUE FUE JUEVES


Hace unos días, un buen amigo, también bloguero, me sorprendió muy agradablemente diciendo que se estaba leyendo la novela de Chesterton El hombre que fue Jueves. Cuál no sería mi alegría y mi gozo que le apremié para que se la terminase y así poder comentar impresiones.

Yo recelaba que no pudiera gustarle, porque ¿dónde está escrito que a todo el mundo tengan que gustarle las novelas y escritos de Chesterton? Pero una vez más me equivoqué: la novela le gustó y le dio pie para escribir un post sobre las adversidades de la vida, tema que aparece en la obra de Chesterton con cierta frecuencia.

Él mismo decía que 'la aventura podrá ser loca, pero el aventurero debe estar cuerdo para realizarla'. Pues yo veo ahora como una aventura el adentrarse por primera vez en las páginas de El hombre que fue Jueves (The Man who was Thursday, 1908). Se cumplen, pues, 100 años de la publicación de esta admirable obra.

Descubrimos en la novela al audaz protagonista, al filosófico detective Gabriel Syme, que persigue a los anarquistas infiltrándose en sus reuniones bajo el nombre de Jueves; descubrimos al malvado anarquista Gregory, que se revela como un ser de diabólicas intenciones; descubrimos a los otros anarquistas, hombres corrientes y molientes cuya vida se ve alterada por la aparición de un enigmático personaje; descubrimos, sobre todo, el personaje de Domingo, trasunto de Dios, pero un dios casi monstruoso que desconcierta a los hombres y parece jugar con ellos como si de muñecos se tratase.

Aparece también el personaje femenino, Rosamunda, amada de Syme, pero apenas cuenta en la trama de la novela, por lo que a Chesterton se le ha acusado de ser narrador 'de hombres'. No estoy de acuerdo, aunque es cierto que en esta novela el componente femenino no es importante, pero de ahí a sostener que sea éste un autor misógino o cosa por el estilo me parece una barbaridad.

La novela se lee con sumo placer, porque compendia las mejores características de la prosa chestertoniana: aguda observación de costumbres y tipos vitales; humorismo suave y regocijante; sorpresas en el argumento; pirotecnias verbales; finísima ironía y un estilo narrativo inconfundible. Sin duda, es la mejor novela de su autor y así es considerada por la mayoría de sus críticos.

Los lectores me permitirán que no les revele nada más de su contenido. Me gustaría recomendársela, que la leyeran igual que hizo este buen amigo mío. Verán cómo la disfrutan, porque es realmente deliciosa.

4 comentarios:

Fran Capitán dijo...

Sensacional, amigo. [Si yo no me doy coba, ¿quién me la va a dar? No tengo abuela

Monsieur de Sans-Foy dijo...

Estimado Mr.Chesterton:
Muy honrado de recibir su visita en mi blog. Tuve la satisfacción de colaborar en la revista que llevó su nombre, y a la que la falta de publicidad -dinero- que no de lectores, envió al limbo de las buenas obras.
Yours faithful

Monsieur de Sans-Foy

Richard Aleman dijo...

Estimados colegas,

Os mando saludos desde USA. No penséis que os los unicos españoles armando follón en países occidentales. :)

Viva Chesterton!

antoniocorr dijo...

Hola, ¿qué tal? Tengo que decir que conocí a Chesterton hace poco tiempo, gracias a la efímera revista del mismo nombre que se publicó en España el año pasado.
Ahora mismo estoy leyendo la recopilación de relatos del padre Brown de la Editorial Encuentro, y me parece increíble la mezcla de sagacidad, naturalidad y sentido común de este personaje. Sin más, un saludo. Enhorabuena por este blog.

CHISPAZOS OTOÑALES

Tras el cambio de hora al llamado "horario de invierno" y con la vista puesta en la nueva edición de las Elecciones Generales en ...