ORACIONES TRADICIONALES (13): VENI, SANCTE SPIRITUS


VENI SANCTE SPIRITUS

Creo que una de las mejores formas de empezar bien el año, de empezar bien una semana o de empezar bien cualquier tarea es rezar. Rezar es pedir ayuda a Dios, es unirse con Él, es unirse con otros hermanos nuestros, es tener un rato de paz, de amor, de devoción y contemplación. 

Por eso, a aquellos que os gusten las oraciones tradicionales os traigo hoy una de las más hermosas oraciones latinas que conozco: se trata del Veni, Sancte Spiritus (Ven, Espíritu Santo), que se ha atribuido a varios personajes, como al Papa Inocencio III, al rey Roberto II, el Piadoso, de Francia, o a Stephen Langton, arzobispo de Canterbury (siglo XIII).

Sea de quien fuere, esta oración es una de las más conocidas de la liturgia, y con ella se pide la asistencia del Espíritu Santo, tercera persona de la Santísima Trinidad, amor entre Padre e Hijo, y auxilio infalible para todo aquel que pone su confianza en Él. Esta oración nos remite a Pentecostés, al momento en que el Espíritu Santo llegó a los Apóstoles, que estaban con la Virgen, al poco de la Resurrección de Jesús. Esas lenguas de fuego que describe la Biblia les cubrieron para inspirarles sabiduría, amor, esperanza, consuelo y fe. ¿Quién rechazaría todas esas cosas buenas?

Como siempre, va el original latino seguido de su traducción castellana. Amigos, aunque no seáis creyentes, leedla, porque seguro que os parecerá hermosa:


ORIGINAL LATINO:

Veni, Sancte Spiritus,
Veni, nostri cordium,
Et emitte caelitus
Lucis tuae radium.
Veni, pater pauperum,
Veni, dator munerum,
Veni, lumen cordium.
Consolator optime,
Dulcis hospes animae,
Dulce refrigerium.
In labore requies,
In aestu temperies,
In fletu solatium.
O lux beatissima,
Reple cordis intima
Tuorum fidelium.
Sine tuo numine
Nihil est in homine,
Nihil est innoxium.
Lava quod est sordidum,
Riga quod est aridum,
Sana quod est saucium.
Flecte quod est rigidum,
Fove quod est frigidum,
Rege quod est devium.
Da tuis fidelibus
In te confidentibus
Sacrum septenarium.
Da virtutis meritum,
Da salutis exitum,
Da perenne gaudium.
Amen. Alleluia.

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL:

Ven Espíritu Santo 
y desde el cielo 
envía un rayo de tu luz.
Ven padre de los pobres, 
ven dador de las gracias, 
ven luz de los corazones.
Consolador óptimo, 
dulce huésped del alma, 
dulce refrigerio.
Descanso en el trabajo, 
en el ardor tranquilidad, 
consuelo en el llanto.
Oh luz santísima: 
llena lo más íntimo 
de los corazones de tus fieles.
Sin tu ayuda 
nada hay en el hombre, 
nada que sea inocente.
Lava lo que está manchado, 
riega lo que es árido, 
cura lo que está enfermo.
Doblega lo que es rígido, 
calienta lo que es frío, 
dirige lo que está extraviado.
Concede a tus fieles 
que en Ti confían, 
tus siete sagrados dones.
Dales el mérito de la virtud, 
dales el puerto de la salvación, 
dales el eterno gozo.
Amén, Aleluya.

Que viváis un feliz 2011, que viváis una feliz semana, que el Espíritu Santo os acompañe siempre, os ilumine y os inspire actos de bondad, que Dios os bendiga y Nuestra Señora os proteja en todo momento. ¡Hasta pronto, amigos!

Comentarios

Ale ha dicho que…
Hola, Fran. No conocía esta oración, y me ha gustado muchísimo. Voy a imprimirla.

En cuanto a Onetti... yo sólo he leído "El Astillero" y los cuentos que ahora me ocupan. "Juntacadáveres" es asignatura pendiente para mí.

¡Un gran abrazo!
MTeresa ha dicho que…
Una sentida oración,
humilde y agradecida,
pide con mesura
y la confianza es el recurso
que la envuelve.
Confianza en la Santisima Trinidad.
Me la voy a quedar,
me ha llegado
al corazón
Fran Capitán ha dicho que…
Gracias por vuestros comentarios, Ale y María Teresa. Esta oración es realmente hermosa y merece la pena conocerla y rezarla.

Mis mejores deseos para los dos.

Entradas populares