miércoles, 3 de junio de 2009

FINALES A LA CARTA

FINALES A LA CARTA
(Tres finales alternativos para
LA SUERTE O LA MUERTE)

Agradezco muy sinceramente los comentarios que las amigas Saporima, Ruth, Guerrera de la Luz, y amigos Buggy, Ariovisto, Rictus Morte y Terly habéis tenido a bien poner en el post anterior, el del cuento de La suerte o la muerte, homenaje al gran escritor polaco Jan Potocki. De esta manera, ofreceré a vuestra consideración otros tres finales para esa historia, que serán alternativos al oficial. Escoged el que más os guste, a vuestro sabor. Son finales a la carta, así que están pensados para agradaros, aunque tal vez ninguno os satisfaga del todo. Qué se le va a hacer: Escribid uno y mandádmelo, que lo publico al minuto de recibirlo... (risas enlatadas). Uno de ellos me ha sido inspirado por el amigo Buggy, impenitente cascarrabias del semisótano. Ése le pertenece, pero igual a él no le gusta (más risas enlatadas). En fin, nunca pensé que esta historietilla sin más pretensión que la de divertiros pudiera darme para más de una entrada. No os toméis en serio mis cuentos, amigos, porque no son cuentos en serio...

FINAL 1º: Al día siguiente despierto. Me duele terriblemente la cabeza. No sé si estoy vivo o muerto. No sé si lo que viví anoche es una pesadilla o la cruda realidad. No puedo mover las manos. Pero, ahora que lentamente recupero la consciencia, noto que estoy maniatado, que me han vendado los ojos y el aire me da en la cara. Nos movemos. No sé adónde, pero nos movemos. ¿Estaré en la diligencia que iba a llevarme a Córdoba o me habrán raptado los hermanos De Soto? Tengo sed, una sed terrible. Trato de articular algunas palabras, pero no puedo, igual que apenas puedo moverme y me hallo muy fatigado. Me vence el cansancio; vuelvo a perder la noción del tiempo. Después de unas interminables horas de angustia y desolación, recobro otra vez el sentido. A mi alrededor oigo voces: "¿No te parece que ya es hora de que lo desamordacemos?" Un rayo de esperanza. "Tal vez se asuste". ¡No, no, quitadme el trapo que oprime mi boca! "Probemos". Por fin puedo respirar y hablar a mis anchas. Cae la venda de mis ojos y, ¡oh tamaña sorpresa!, pero si son Laura, la hermosa joven de ojos verdes, y Raquel, su desconfiada madre. Me incorporo, trato de desentumecer mis miembros, las miro (Laura sonríe) y susurro: "¿Qué significa esto? ¿Por qué me han maniatado? ¿Estoy loco, acaso?" Las dos mujeres sonríen, es más, ríen a carcajadas, a mi costa. Comoquiera que busco una explicación con mi mirada en la cálida mirada de Laura, ésta accede a dármela: "Verá, amigo soldado: anoche bebió usted algo más de la cuenta con el cochero, que aguanta más que usted la bebida. No lo recuerda, claro, pero los hermanos De Soto tuvieron que acostarle. Le oyeron hablar en sueños y parece que los tuvo usted muy animados... (aquí ambas rieron a placer) A eso de las tres de la mañana despertó usted a media posada con voces y gritos, delirios febriles de su alocada pesadilla nocturna, y por consejo de un médico que se hallaba de huésped en la posada, le atamos, para que en una de esas sacudidas no fuera usted a autolesionarse". Me parece imposible de creer: "Pero, pero... ¿y la mordaza en la boca?" Laura me responde: "También fue idea del médico: anoche usted gritaba como un poseso, alaridos sobre no sé qué de demonios, y brujas, y damas en cueros y acerca de los pobres hermanos De Soto (escandalizados y en cólera los tiene usted). Así, se creyó que lo más idóneo y conveniente debía ser atarle y amordazarle hasta que se calmase. Como no se ha sosegado hasta hace un rato, por eso no le habíamos liberado. Pero ya puede usted respirar tranquilo, señor caballero". Vuelven a reír la madre y la hija. Avergonzado, recobro la compostura, me ciño el capote y el sombrero, frunzo el ceño, con más fuerza que el propio Napoleón, y encamino mis pensamientos a mi adorada Isabel, que me espera en Córdoba, para casarnos. ¿Tendré valor algún día para referirle mi aventura de esta noche? ¿Tendrá ella valor para seguir queriendo casarse conmigo?

FIN DEL FINAL 1º



FINAL 2º: Al día siguiente despierto. Me duele terriblemente la cabeza. Eso es porque no estoy de pie... Todo está oscuro a mi alrededor. Pero sé que es de día, debe estar amaneciendo puesto que a lo lejos oigo cantar a los pájaros... Me debo haber quedado dormido boca abajo, con los pies en alto, y la sangre se me habrá subido a la cabeza. Me tranquiliza saber que aún estoy en mi cuarto, en la posada de los hermanos De Soto. Me incorporo, no sin cierta dificultad, voy andando a tientas hasta la ventana y la abro. La claridad del día me ciega por unos instantes, pero doy gracias por sentirme libre, desembarazado y vivo. Lo de anoche no debió de ser nada más que una hosca, una macabra y burda pesadilla... Bajo al comedor, donde veo al cochero, desayunando y bebiendo muy a su sabor. "Salimos dentro de media hora, señor..." Retomamos el camino a Andalucía. Ya en la diligencia, noto cierto aire chusco de burla soterrada, de socarrona ironía silenciosa en mis acompañantes, la señorita Laura y su madre. No me decido a hablarles, sobre todo porque no puedo contarles mi historia. Acaso, amigo lector, ¿piensas en serio que me creerían? Son ellas las que toman la iniciativa: "Anoche anduvo usted muy revuelto, caballero". Y, de pronto, en la candidez del rostro de Laura, en sus ojos inocentes y puros, veo el destello de la maldad, de la locura, de la hechicería... ¿Es posible? Ellas siguen y siguen riéndose, con una risa endemoniada y frenética. Me levanto de mi asiento, las miro y veo cómo se transforman en las dos jóvenes que anoche me sedujeron y me engañaron. Salto de la diligencia como alma que lleva el diablo y caigo en el suelo polvoriento y desdeñoso. Desde la tierra, veo cómo se aleja la diligencia con la dama de ojos verdes y su madre, las dos hechiceras... En escorzo, contemplo, para pasmo y horror de mis sentidos, que el cochero que guía el carruaje se ha transformado en un huesudo esqueleto y que los caballos, en carrera enfebrecida y alocada, son los esqueletos de dos caballos muertos. ¡Ahora sí que nadie me creerá! Y pienso en mi querida Isabel. Y en su amada familia. Y en que me he vuelto loco y nunca nadie volverá a confiar en mi palabra.

FIN DEL FINAL 2º


FINAL 3º: Al día siguiente despierto. Me duele terriblemente la cabeza. Me llevo las manos a la cara. Tengo la frente bañada en sudor. Doy un respingo y salto del catre. Afuera, el cochero y otras personas me llaman a voces. "¿Está usted bien, señor...?" No puedo articular palabra. A trompicones, corro hacia la puerta, la abro y, al fin, me reconcilio con la realidad y dejo a un lado el mundo de los sueños. "Nos ha tenido usted inquietos, amigo mío. Vaya gritos desaforados que daba...", masculla el cochero, mientras mastica tabaco. Su aliento apesta a vino peleón. Los hermanos De Soto, alarmados por la escandalera, acuden a mi puerta y se interesan por mi estado de salud. Un poco más tarde, tras aposentar un tanto mis tripas, me acerco a darles las gracias a los hermanos De Soto. Ellos le restan importancia y sólo me piden que cuide mis cenas y bebidas nocturnas: "Que no sean tan espirituosas. Ni vaporosas, je, je, je... Aún así ha tenido usted suerte...", dice un hermano. "Y se ha librado de la muerte", secunda el otro, con la sombra de una sonrisa en sus labios casi descarnados. Nos damos un fuerte apretón de manos. "Debo apresurarme, amigos De Soto, que la diligencia está a punto de partir. Me caso dentro de dos días en Córdoba". Ellos me abrazan y me dan sus parabienes: "Felicidades, amigo... Que sean ustedes muy afortunados". Nos despedimos definitivamente. Una polvareda se arremolina en torno a la diligencia y volvemos a ponernos en camino. Desde la ventanilla del carruaje contemplo las líneas de la posada De Soto. Algo llama unos instantes mi atención. Veo espantado cómo desde una ventana del piso de arriba se asoman dos rostros, dos caras que me resultan familiares: ¡Son las mujeres con las que estuve anoche! Aunque ya estamos lejos, puedo oír sus burlonas carcajadas... Al anochecer, muy cerca ya de Córdoba, paramos de nuevo. "Entonces", le digo al cochero, "¿lo que he vivido no fue una pesadilla?". Masca su tabaco, lo escupe al suelo y contesta, entre gruñidos: "Creí que lo sabría usted. Pues sí, son las hijas de los hermanos De Soto, dos muchachas casquivanas y medio locas, que se dedican a embromar a los desconocidos que se alojan en la posada de sus padres. Hay quien dice que están endemoniadas, pero yo no lo creo del todo. Más bien me parecen, y sepa que yo entiendo de caballos, dos jacas ligeras de cascos..." Al momento hecho mano a mi pecho, donde cuelga una cruz. Meto la mano en el bolsillo de mi guerrera para tocar el estuche donde guardo un mechón de los cabellos de Isabel, mi prometida. Doy gracias a Dios por haberme librado de esas bacantes, esas Circes, esas dos Medeas de la Mancha... ¡Isabel, amor mío, cuánto te echo de menos!

FIN DEL FINAL 3º

Un saludo muy afectuoso, amigos blogueros. Que soñéis cosas bonitas y, por si acaso, tened cuidado si pasáis cerca de la posada de los hermanos De Soto...

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola GKCh,
¡Qué imaginación! No es fácil decidirse, pero creo que me quedaría con el segundo final...
Ha sido muy entretenido!!! :)
Dos besos!

Anónimo dijo...

Me apunto la fecha... Me dejas intrigada!!
Buenas noches!
Dos besos!

buggy dijo...

Hola GKCh,
el segundo o el tercero están muy bien. Quizá el segundo tenga la ventaja de ser más corto: da una explicación rápida, aunque está basada en espectros.

El tercero también me gusta. Tiene como parte buena que la infidelidad ha sido real, lo que deja en el aire más interrogantes que la segunda.
Un abrazo

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Bueno amigo, es difícil decantarse porque cualquiera de los tres puede ser interesante para este final, pero quizás me incline más por el último que parece más real. Imagino que con una buena castaña de vino peleón se puede dar rienda suelta a los instintos y si las hermanas, hijas de los De soto, eran unas "cachonditas " reprimidas por la soledad del lugar, todo se podía esperar de ellas.
Porque la otra hubiera sido que por sus excesos en comida y bebida, la muerte hubiera acudido a visitarle, pero al no haber llegado aún su hora, jugueteó con él de mala manera.

Francis Nicolás dijo...

Mmmm, no sé, no sé... Tal vez si tuviera tres principios... ¿Sabes lo que haría un viejo galo de mi tribu? Mezclar los tres finales y salir por un cuarto...inesperado, inexplicable, ilógico...

(Voy a abrir la ventana de mi despacho que se está llenando de un chispeante humo azul)
Te iba a colgar un video, pero youtube está petting..
Más tarde.
Godd evening, sire.

Ruth dijo...

¡Qué grande, GKCh! ¡Qué imaginación y facilidad para escribir! Y ya que permitís que elija un final... ¡me quedo con el segundo! De todos modos me parecen muy buenos el final original y el tercero.

buggy dijo...

Hola GKCh,
no te marees más con los finales. Creo que ha sido un buen entretenimiento.

En cuanto al blog de Federico, como veo que no postea cosas nuevas, no entro. Me imagino "ferpectamente" la división de opiniones. De los que voten al PP muchos lo harán desencantados del PP, y eso debería bastar para que el sobrado de Rajoy se marchase a su casita...

Por lo demás, a mí todas las opciones me parecen respetables. Quitando claro está al PP, al PSOE, a los nazionalistas, a los partidos de izquierdas, a los verdes y a los pequeños partidos folclóricos. Las demás opciones todas me parecen aceptables.

Un abrazo

Francis Nicolás dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Francis Nicolás dijo...

COMENTARIO CORREGIDO, PLEASE SIR DELETE THE OTHER....

¿Rastas? Dios, con la calor que está haciendo por el alce (levante)...

En cuanto a lo del buen fin de semana... ¿sabes cuál es el colmo de un militante de la U.Ap.I? ¿Que lo nombren presidente titular de mesa?

Pos eso... cosas del CNI supongo.

Un abrazo rastado.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Querido amigo GKCh:
Aunque con un poco de retraso, hoy he hecho público y repartido el premio que tuviste la generosidad de concederme el día 25-05-2009
Vengo a expresarte mi agradecimiento y a dejarte un afectuoso abrazo.

roxana dijo...

UN GUSTO HABERTE ENCONTRADO O MEJOR DICHO HALLADO! VOLVERE CON MAS TIEMPO, ESTA MUY BUENO!!!!! uN ABRAZO Y BUEN FIN DE SEMANA. rOXANA

buggy dijo...

Hola GKCh,
he leído lo de la homosexualidad como enfermedad. No creo que el actual gobierno piense de esa manera. Tampoco lo debía pensar el PP que gobernó.
Supongo que es un despiste, desliz o residuo del pasado que todavía no ha sido cambiado.
Un abrazo

CHOPINGO dijo...

no sé, no sé...tres finales????


Querido amigo pasa por mi blog cuando puedas.
Gracias.

Rictus Morte dijo...

Yo apuesto tanmbién por el segundo final. Por cierto que tengo una historia buenísima, truculenta y de pesadilla, pero también real, que a ver si os la cuento un día. La "boa" de medir...

Guerrera de la LUZ dijo...

Querido CKch, siento muchísimo no haber tenido tiempo para seguir el hilo de esta historia, he estado súper liada.

Te voy a enlazar ahora mismo para acordarme de leerte, me encanta este blog.

Un beso.

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